En este capítulo, veremos cómo los dientes son una parte esencial de nuestro sistema digestivo. No sólo nos ayudan a masticar y descomponer los alimentos, sino que también pueden proporcionar pistas sobre nuestra dieta ideal.
Los dientes tienen varias funciones en la alimentación. Dependiendo de su forma y ubicación, pueden cortar, desgarrar, triturar o moler los alimentos. En los humanos, tenemos cuatro tipos principales de dientes, cada uno con su propia función: incisivos, caninos, premolares y molares.
Los incisivos son los dientes frontales. Tienen bordes afilados que son ideales para cortar los alimentos. Esto es típico de los vegetarianos frugívoros, que necesitan cortar frutas y verduras.
Los caninos son los dientes puntiagudos a cada lado de los incisivos. Son buenos para desgarrar y arrancar alimentos, lo cual es típico de los carnívoros.
Los premolares son los dientes que se encuentran entre los caninos y los molares. Tienen una superficie plana que es buena para triturar alimentos.
Los molares son los dientes más grandes y fuertes en la parte posterior de la boca. Son excelentes para moler alimentos, lo cual es necesario para descomponer los granos y las semillas.
La fórmula dentaria del ser humano es la siguiente: 8 incisivos, 4 caninos, 4 premolares y 8 molares. Cada tipo de diente tiene una función específica en la alimentación, lo que nos permite tener una dieta variada. De allí que podríamos deducir cual sería la proporción ideal de una alimentación balanceada y equilibrada: 1 parte de carnes, 2 partes de frutas y verduras, y 4 partes de cereales y semillas. Esta proporción se aleja bastante de la alimentación promedio del hombre moderno, por lo menos en occidente, salvo excepciones.
Esperamos que este video te haya ayudado a comprender mejor cómo los dientes y la alimentación están relacionados.
