RECUPERAR EL EQUILIBRIO MINERAL PERDIDO 

  • La carencia de minerales es la principal causa de las enfermedades…
  • El Agua de Mar es un suplemento mineral 100% natural, al igual que la Sal de Mar.
  • La mejor forma de recuperar el equilibrio perdido es la ingesta diaria de Agua de Mar y el uso de Sal de Mar en nuestras comidas, eliminando la sal de mesa industrializada.
  • La dieta Macrobiótica es muy útil para tratar todas las enfermedades, tanto para eliminar los síntomas como para mejorar las propias dolencias.

BENEFICIOS PARA LA SALUD

POR QUÉ DE LOS BENEFICIOS 

El agua del mar tiene una composición similar a la que tiene el plasma sanguíneo y es muy rica en oligoelementos, yodo, potasio, zinc, etc., que el agua dulce no posee. Estos oligoelementos son muy eficaces a la hora de tratar algunas enfermedades.
Nuestra piel absorbe estos elementos marinos, mediante ósmosis, cuando entramos en contacto con el agua del mar aprovechando todas sus propiedades.
No debemos olvidar que el agua de mar tiene propiedades antibióticas y ejercen un gran efecto terapéutico.

ALGUNOS EJEMPLOS

  • Mejora la capacidad respiratoria.

  • Ayuda en la eliminación de toxinas.

  • Mejora la circulación sanguínea debido a la presión.

  • Por su alto contenido en sodio es de gran ayuda en la recuperación muscular.

  • Cuando estamos en el agua somos más ligeros, por lo que el esfuerzo de nuestro corazón es menor.

  • Alivia dolores reumáticos y musculares.

  • Especialmente indicados los baños en el mar si padecemos de psoriasis.

  • Su alto contenido en magnesio es muy efectivo para ayudar a calmar la ansiedad

  • Revitaliza los tejidos.

  • Debido a su densidad nos facilita la relajación muscular.

  • Equilibra y retrasa el envejecimiento de la piel.

AGUA, AIRE Y ARENA

No sólo los baños en el agua de mar nos aportan beneficios, la brisa marina y los paseos por la arena también ayudan a nuestro organismos a mantenerse bien.
El aire a la orilla del mar tiene unas condiciones muy especiales, pues está cargado de iones negativos generados por las olas del mar.
Esta brisa cargada de iones negativos tiene un efecto relajante y antidepresivo.
Y uno de los mejores regalos que podemos hacerles a nuestros cansados pies es un paseo por la arena, recibirán una grata sesión de masaje y activaremos la circulación en nuestras piernas.

TAMBIÉN LA PODEMOS BEBER

El agua de mar no solo nos ayuda desde el exterior, también podemos beberla.
Existen los llamados dispensarios marinos, que puso en funcionamiento el francés Quinton, en los cuales se llevan a cabo diferentes tratamientos, con mucho éxito en la mayoría de los casos, a base de agua de mar.
El agua marina contiene todos los oligoelementos necesarios y es posible que por esa razón sea tan efectiva en el tratamiento de muchas enfermedades.

MINERALES Y AGUA DE MAR

La quimiosíntesis es un fenómeno parecido a la fotosíntesis pero en el mar que ayuda a convertir los minerales inorgánicos en nutrientes biodisponibles.

Muchos elementos son aportados al mar por las lluvias que arrastran los minerales de las rocas de las montañas, de los metales y oligoelementos de la superficie de la tierra y subterránea, así como las sustancias vivas y muertas procedente del reino vegetal y animal.

Esos productos químicos son arrastrados por los ríos hasta el mar, y al entrar en contacto con ella, son digeridos y transformados en elementos orgánicos por acción del plancton y del fitoplancton, en una solución coloidal e infinitesimal, biodisponibles en el momento, debido al efecto de la quimiosíntesis equivalente a la fotosíntesis en la tierra.

No es lo mismo tomar un mineral en su estado inorgánico o químico de la tierra, que cuando ese mineral ha sido digerido por un animal.

Asimismo, el agua del mar contiene los elementos procedentes de las montañas y volcanes marinos, de los corales, de las algas y de los fósiles de marinos muertos.

La totalidad de estos 111 elementos descubiertos hasta ahora, son identificados como necesarios para la vida, y para el buen funcionamiento y mantenimiento de la misma.

Por último existe otra conexión o presencia de los minerales marinos del mar con nuestro medio interno.